
El Séptimo Domingo de Tiempo Ordinario
19-02-2023
Antífona de la Entrada
Confío, Señor, en tu misericordia;
alegra mi corazón con tu auxilio.
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
(Salmo 12, 6)
Primera Lectura
Levítico 19, 1-2. 17-18
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. Trata de corregirlo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor a los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 102, 1-2. 3-4. 8 y 10. 12-13
Respuesta:
El Señor es compasivo y misericordioso.
Estrofa 1:
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.
Estrofa 2:
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
Estrofa 3:
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados,
ni nos paga según nuestras culpas.
Estrofa 4:
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos;
como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles.
Segunda Lectura
1 Corintios 3, 16-23
Hermanos: ¿No saben ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo.
Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se tiene a sí mismo por sabio según los criterios de este mundo, que se haga ignorante para llegar a ser verdaderamente sabio. Porque la sabiduría de este mundo es ignorancia ante Dios, como dice la Escritura: Dios hace que los sabios caigan en la trampa de su propia astucia. También dice: El Señor conoce los pensamientos de los sabios y los tiene por vanos.
Así pues, que nadie se gloríe de pertenecer a ningún hombre, ya que todo les pertenece a ustedes: Pablo, Apolo y Pedro, el mundo, la vida y la muerte, lo presente y lo futuro: todo es de ustedes; ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
Aclamación antes del Evangelio
1 Juan 2, 5
El que guarda la palabra de Cristo,
ése ama perfectamente a Dios.
Evangelio
Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente; pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda.
Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.
Antífona de Comunión
Proclamaré, Señor, todas tus maravillas y me alegraré en ti y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo. (Salmo 9, 2.3)
Antífona de Comunión 2
Señor, creo firmemente que tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.
(Juan 11,27)
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