Decimoséptimo Domingo del Tiempo Ordinario: Salmo Responsorial
Salmo 137, 1-2a. 2bc-3. 6-7ab. 7c-8
Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.
Verse 1:
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque has oído las palabras de mi boca.
Delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario.
Verse 2:
Daré gracias a tu nombre,
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Verse 3:
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida.
Extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo.
Verse 4:
Y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.