El Vigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario, Año A: Salmo Responsorial

Salmo 94, 1-2. 6-7. 8-9

Ojalá escuchen hoy su voz: “No endurezcan el corazón.”

Verse 1:

Vengan, aclamemos al Señor,
   demos vítores a la Roca que nos salva;
   entremos a su presencia dándole gracias,
   vitoreándolo al son de instrumentos.

Verse 2:

Entren, postrémonos por tierra,
   bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios
   y nosotros su pueblo,
   el rebaño que él guía.

Verse 3:

Ojalá escuchen hoy su voz:
No endurezcan el corazón como en Meribá,
   como el día de Masá en el desierto,
   cuando los padres de ustedes me pusieron a prueba
   y me tentaron, aunque habían visto mis obras.