Vigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario: Antífona de la Entrada
Salmo 118, 137.124
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos;
muéstrate bondadoso con tu siervo.
(Salmo 118, 137.124)
Verse 1:
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus decretos.
(Salmo 118, 11.12)
Verse 2:
Mis labios van enumerando
todos los mandamientos de tu boca;
mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas.
(Salmo 118, 13.14)
Verse 3:
Tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros.
(Salmo 118, 24)
Verse 4:
Gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Gloria Patri)