Vigésimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario: Antífona de la Comunión
Salmo 32, 18.19
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos,
en los que esperan en su misericordia,
para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
(Salmo 32, 18.19)
Verse 1:
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
(Salmo 32, 1)
Verse 2:
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
(Salmo 32, 12)
Verse 3:
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
(Salmo 32, 20)
Verse 4:
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
(Salmo 32, 22)
Verse 5:
Gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Gloria Patri)