Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario: Antífona de la Comunión
Salmo 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas para reparar mis fuerzas. (Salmo 22, 1-2)
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas para reparar mis fuerzas. (Salmo 22, 1-2)