Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario: Antífona de la Entrada

Salmo 87, 3

Que llegue hasta ti mi súplica, Señor,
inclina tu oído a mi clamor.
(Salmo 87, 3)

Verse 1:

Señor, Dios Salvador mío,
día y noche grito en tu presencia.
(Salmo 87, 2)

Verse 2:

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo.
(Salmo 87, 4)

Verse 3:

Pero yo te pido auxilio, Señor;
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
(Salmo 87, 14)

Verse 4:

Gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Gloria Patri)