El Tercer Domingo de Adviento, Año C: Segunda Lectura
Filipenses 4, 4-7
Hermanos míos:
Alégrense siempre en el Señor;
se lo repito: ¡alégrense!
Que la benevolencia de ustedes sea conocida por todos.
El Señor está cerca.
No se inquieten por nada;
más bien presenten en toda ocasión
sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, l
lenos de gratitud.
Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia,
custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.