Cuarto Domingo de Adviento: Antífona de la Entrada
Isaías 45, 8
Destilad, cielos, el rocío, y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar al salvador. (Isaías 45, 8)
Destilad, cielos, el rocío, y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar al salvador. (Isaías 45, 8)