El Cuarto Domingo de Pascua, Año A: Salmo Responsorial

Salmo 22, 1-6

El Señor es mi pastor, nada me falta.
O bien:
Aleluya.

Verse 1:

El Señor es mi pastor,
   nada me falta:
   en verdes praderas me hace recostar,
   me conduce hacia fuentes tranquilas
   y repara mis fuerzas.

Verse 2:

Me guía por el sendero justo
   por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
   nada temo, porque tú vas conmigo:
   tu vara y tu cayado me sosiegan.

Verse 3:

Preparas una mesa ante mí
   enfrente de mis enemigos;
   me unges la cabeza con perfume,
   y mi copa rebosa.

Verse 4:

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
   todos los días de mi vida,
   y habitaré en la casa del Señor
   por años sin término.