Cuarto Domingo de Cuaresma: Antífona de la Comunión 3

Salmo 121, 3.4

Cuando se ha leído otro Evangelio:

Jerusalén es una ciudad armónicamente construida.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor.
(Salmo 121, 3.4)

Verse 1:

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
(Salmo 121,1)

Verse 2:

Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
(Salmo 121,2)

Verse 3:

Desead la paz a Jerusalén:
Vivan seguros los que te aman.
(Salmo 121,6)

Verse 4:

Gloria al Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Gloria Patri)