El Quinto Domingo de Pascua, Año B: Segunda Lectura

Juan 3, 18-24

Hijos míos:
No amemos solamente de palabra;
amemos de verdad y con las obras.
En esto conoceremos que somos de la verdad
y delante de Dios tranquilizaremos nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reprochare,
porque Dios es más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce.
Si nuestra conciencia no nos remuerde,
entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es total.

Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios
y hacemos lo que le agrada,
ciertamente obtendremos de él todo lo que le pidamos.
Ahora bien, éste es su mandamiento:
que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros,
conforme al precepto que nos dio.

Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él.
En esto conocemos, por el Espíritu que él nos ha dado,
que él permanece en nosotros.