Quinto Domingo de Pascua: Segunda Lectura
Juan 21, 1-5
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva,
porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido
y el mar ya no existía.
También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios,
la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
engalanada como una novia,
que va a desposarse con su prometido.
Oí una gran voz, que venía del cielo, que decía:
“Esta es la morada de Dios con los hombres;
vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su pueblo.
Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo,
ni penas ni llantos, porque ya todo lo antiguo terminó”.
Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo:
“Ahora yo voy a hacer nuevas todas las cosas”.