El Séptimo Domingo de Tiempo Ordinario: Primera Lectura
Levítico 19, 1-2. 17-18
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. Trata de corregirlo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor a los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.