Domingo de Pascua: Primera Lectura
Hechos de los Apóstoles 10, 34. 37-43
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea,
que tuvo principio en Galilea,
después del bautismo predicado por Juan:
cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret
y cómo éste pasó haciendo el bien,
sanando a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de cuanto él hizo en Judea y en Jerusalén.
Lo mataron colgándolo de la cruz,
pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo,
no a todo el pueblo,
sino únicamente a los testigos que él,
de antemano, había escogido: a nosotros,
que hemos comido y bebido
con él después de que resucitó de entre los muertos.
Él nos mandó predicar al pueblo
y dar testimonio de que Dios
lo ha constituido juez de vivos y muertos.
El testimonio de los profetas es unánime:
que cuantos creen en él reciben, por su medio,
el perdón de los pecados.