Viernes Santo: Salmo Responsorial

Salmo 30, 2. 6. 12-13. 15-16. 17. 25

Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Verse 1:

A ti, Señor, me acojo:
   no quede yo nunca defraudado;
   tú que eres justo, ponme a salvo.
En tus manos encomiendo mi espíritu:
   tú, el Dios leal, me librarás.

Verse 2:

Soy la burla de todos mis enemigos,
   la irrisión de mis vecinos,
   el espanto de mis conocidos;
   me ven por la calle y escapan de mí.
Me han olvidado como a un muerto,
   me han desechado como a un cacharro inútil.

Verse 3:

Pero yo confío en ti, Señor,
   te digo: “Tú eres mi Dios”.
En tu mano están mis azares;
   líbrame de los enemigos que me persiguen.

Verse 4:

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
   sálvame por tu misericordia.
Sean fuertes y valientes de corazón,
   los que esperan en el Señor.