Podcast: 29º Domingo del Tiempo Ordinario, Año A

Nuestras lecturas de hoy nos recuerdan que debemos reconocer y honrar la autoridad y la sabiduría de Dios mientras afrontamos los desafíos de la vida, y confiar en él para que nos libre de todo mal o daño.

Como siempre, comenzamos con la Antífona de Entrada de hoy, que está tomada del capítulo 16 del Salmo, versículos 6 y 8. Esta misma confianza en Dios para que nos guarde y proteja, expresada aquí en la antífona de entrada, se demostrará más tarde en la lectura del Evangelio y en la antífona de comunión.

Antífona de Entrada:
Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes;
inclina tu oído y escucha mis palabras.
Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos
y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
(Salmo 16, 6. 8)

Salmo 95
Aclamen la gloria y el poder del Señor.

Antífona de Comunión:
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos,
en los que esperan en su misericordia,
para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
(Salmo 32, 18.19)

Canciones Destacadas:

29º Domingo del Tiempo Ordinario: Antífona de Entrada (Salmo 16, 6. 8) (Modo IV, De La Torre)
https://themodernpsalmist.com/songs/antifona-de-entrada-29o-tiempo-ordinario-de-la-torre-modo-iv/

Salmo 95: Aclamen la Gloria (Rebecca De La Torre)
https://themodernpsalmist.com/songs/salmo-95-aclamen-la-gloria/

29º Domingo del Tiempo Ordinario: Antífona de Comunión (Salmo 32, 18.19)
https://themodernpsalmist.com/songs/antifona-de-comunion-29o-to/

El Santísimo Dios (Rebecca De La Torre)
https://themodernpsalmist.com/songs/el-santisimo-dios/


Featured Songs





Podcast Transcript

29º TO A – Transcripción en español

Hola y bienvenidos al Podcast del Salmista Moderno para el 29º Domingo del Tiempo Ordinario, Año A. Soy Rebecca De La Torre.

Nuestras lecturas de hoy nos recuerdan que debemos reconocer y honrar la autoridad y la sabiduría de Dios mientras afrontamos los desafíos de la vida, y confiar en él para que nos libre de todo mal o daño.

Como siempre, comenzamos con la Antífona de Entrada de hoy, que está tomada del capítulo 16 del Salmo, versículos 6 y 8. Esta misma confianza en Dios para que nos guarde y proteja, expresada aquí en la antífona de entrada, se demostrará más tarde en la lectura del Evangelio y en la antífona de comunión.

“Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes;
inclina tu oído y escucha mis palabras.
Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos
y cúbreme bajo la sombra de tus alas.”

Antífona de Entrada – 29º Domingo del Tiempo Ordinario (Modo IV, De La Torre)

El salmo de este domingo es del capítulo 95. La respuesta está tomada del versículo 7:

“Aclamen la gloria y el poder del Señor.”

Por cierto, compuse esta música hace tres años con mi cuatro veneolano, porque mi hija (que entonces tenía cuatro meses) estaba intranquila y la música parecía calmarla. Incluso hoy, con tres años, le encanta que le toque el cuatro o el piano. Se calma enseguida.

En un esfuerzo por calmar y entretener a mi niña y componer un nuevo salmo al mismo tiempo, empecé a cantar las palabras de este salmo mientras jugaba con una progresión de acordes y unos ritmos afrocubanos – se convirtió en una pieza meditativa satisfactoria que encajaba bien con la letra literal tanto en inglés como en español. La sencillez de esta melodía me permite expresar las palabras mientras las canto y rezo.

Aquí está mi versión del “Salmo 95: Aclamen la Gloria”.

Salmo 95: Aclamen la Gloria

La lectura del Evangelio de hoy demuestra de manera fantástica la infinita sabiduría de Dios. Tomado de Mateo capítulo 22:15-21, los fariseos intentan atrapar a Jesús haciéndole decir que pagar los impuestos romanos es aceptable (en cuyo caso el pueblo podría rebelarse contra él porque ya estaban tan oprimidos por los romanos que era un tema delicado), o diciendo que los judíos no tienen que pagar impuestos. En cuyo caso, podría ser arrestado por los romanos por tales afirmaciones.

Para su información, la “libertad de expresión” que tantos de nosotros damos por sentada hoy en día no existía entonces. Podías ser fácilmente encarcelado y/o asesinado por expresar una opinión contraria a la del gobierno u otras autoridades.

Así que estos fariseos, trayendo consigo a los herodianos, le preguntan a Jesús directamente, empezando por el versículo 17:

“Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?”

Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó:
“Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme?
Enséñenme la moneda del tributo”.
Ellos le presentaron una moneda.
Jesús les preguntó:
“¿De quién es esta imagen y esta inscripción?”
Le respondieron: “Del César”.
Y Jesús concluyó:
“Den, pues, al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios”.”

El versículo 22 final no se incluye en la lectura del Evangelio en misa, pero concluye con:

“Al oírlo se maravillaron y dejándolo se fueron.”

Y, por supuesto, ¡se maravillaron y se fueron! ¿Quién puede responder a eso? La respuesta de Jesús es la más inteligente y, al mismo tiempo, la más sabia posible.

Yo creo que Jesús también *nos* está demostrando cómo el Espíritu Santo *nos* dará sabiduría cuando se la pidamos. El Espíritu Santo es la tercera parte de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Necesitamos permanecer continuamente en comunión con Dios, para poder invocar su Espíritu en busca de sabiduría en cualquier momento de dificultad.

La Antífona de Comunión nos anima en este mismo sentido: a esperar en el Señor y a confiar en que nos rescatará y nos cuidará.

Tomada del Salmo 33:18-19, cantamos:

“Los ojos del Señor están puestos en sus hijos,
en los que esperan en su misericordia,
para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.”

Antífona de Comunión – 29º TO (Salmo 32, 18.19)

Otra canción que compuse hace varios años, además del salmo de hoy, se titula “El Santísimo Dios”. Creo que encaja bien con este domingo, ya que comunica el mismo mensaje que el salmo y la primera lectura.

La primera lectura del capítulo 45 de Isaías, versículos 5 y 6, dice:

“Yo soy el Señor y no hay otro;
fuera de mí no hay Dios.
Te hago poderoso, aunque tú no me conoces,
para que todos sepan, de oriente a occidente,
que no hay otro Dios fuera de mí.
Yo soy el Señor y no hay otro”.”

El Señor repite tres veces en estos versículos que “no hay otro” como él. Y eso en sí mismo es la definición de santo. El diccionario define santo como:

‘exaltado o digno de completa devoción como alguien perfecto en bondad y rectitud’

El propio salmo de hoy afirma en sus versículos:

“Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.”

Mi canción “El Santísimo Dios” reflexiona sobre la grandeza, santidad y singularidad de nuestro Dios en un coro de alabanza.

Aquí está mi versión acústica de piano y voz de “El Santísimo Dios”:

El Santísimo Dios

Espero que hayan disfrutado de este episodio del Podcast El Salmista Moderno para el 29º Domingo del Tiempo Ordinario, año A. Asegúrense de suscribirse para ser notificados del próximo episodio de música y salmos católicos originales.

Hasta la próxima semana, ¡que Dios les bendiga abundantemente!

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