Podcast: 31er Domingo del Tiempo Ordinario, Año C

Hola y bienvenidos al Podcast del Salmista Moderno. Soy Rebecca De La Torre.

Nos acercamos al final del año C del calendario eclesiástico al celebrar el 31er (Trigésimo primer) domingo del tiempo ordinario este fin de semana. Dentro de unas semanas será la fiesta de Cristo Rey año C, y luego el ciclo vuelve al año A de nuevo con el primer domingo de Adviento el 27 de noviembre.

El evangelio de hoy cuenta la historia de Zaqueo, el recaudador de impuestos, cuando se sube a un árbol para ver a Jesús cuando pasa. Tomado del capítulo 19 de Lucas, cuando Jesús ve a Zaqueo en el árbol le llama en el versículo 5:

“Zaqueo, bájate pronto,
porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”

Y aunque muchos en la multitud se quejaron de que un recaudador de impuestos recibiera esta distinción, el propio Zaqueo, lleno de tanta alegría por ser honrado por Jesús, proclamó (a partir del versículo 8):

‘”Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes,
y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”.
Jesús le dijo:
“Hoy ha llegado la salvación a esta casa,
porque también él es hijo de Abraham,
y el Hijo del hombre ha venido a buscar
y a salvar lo que se había perdido”’

Recuerden que en el evangelio de la semana pasada, en el capítulo 18 de Lucas, Jesús contó la parábola del publicano y el fariseo, en la que el publicano suplicaba a Dios misericordia. Y Jesús dijo que él, por lo tanto, estaba justificado ante Dios. Me encanta cómo el domingo siguiente el evangelio viene del capítulo siguiente de Lucas (capítulo 19), y aquí tenemos a un recaudador de impuestos arrepentido, Zaqueo.

Jesús nos está mostrando a todos que sus parábolas son ejemplos reales y verdaderos del amor, la misericordia y la paciencia de Dios. Y, por supuesto, Zaqueo estaba exuberante y agradecido.

Y eso nos lleva al salmo y a la antífona de comunión de hoy. Tomado del capítulo 144, la respuesta del salmo es:

“Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi Rey.”

Las palabras de los versículos son los mismos sentimientos que resuenan en nuestros corazones cuando hemos sido perdonados por la gracia y la misericordia infinitas de Dios.

La antífona de comunión es del capítulo 15 del Salmo, y es uno de mis salmos de alabanza favoritos. La antífona en sí es del versículo 11:

“Me has enseñado el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.”

Hace varios años escribí una canción basada en el Salmo 15, titulada “Bendeciré al Señor”. El estribillo es igual al de nuestro salmo responsorial de hoy, pero los versos coinciden con la antífona de comunión del Salmo 15. La escribí en un retiro para compositores cristianos. Al final de una sesión, caminaba por un campo verde y cubierto de hierba hacia mi habitación del hotel cuando, de repente, me vino una inspiración. Corrí el resto del camino de vuelta a mi habitación para tomar rápidamente mi teclado. Luego, el resto de la canción salió de mí.

Espero que disfruten de “Bendeciré al Señor”

Esa fue mi canción original basada en el Salmo 15, titulada “Bendeciré al Señor” para el 31er Domingo del Tiempo Ordinario, Año C. Los enlaces a las grabaciones y las partituras se pueden encontrar en las notas del programa de este podcast y también en ElSalmistaModerno.com.

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Que Dios te bendiga.