El Dúodecimo Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Evangelio
Marcos 4, 35-41
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos:
Vamos a la otra orilla del lago.
Entonces los discípulos despidieron a la gente
y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba.
Iban además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca
y la iban llenando de agua.
Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín.
Lo despertaron y le dijeron:
Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?
El se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: ¡Cállate, enmudece! Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma.
Jesús les dijo: ¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?
Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros:
¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?