El Dúodecimo Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Salmo Responsorial
Salmo 106, 23-24. 25-26. 28-29. 30-31
Den gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Verse 1:
Los que entraron en naves por el mar,
comerciando por las aguas inmensas.
Contemplaron las obras de Dios,
sus maravillas en el océano.
Verse 2:
Él habló y levantó un viento tormentoso,
que alzaba las olas a lo alto:
subían al cielo, bajaban al abismo,
el estómago revuelto por el mareo.
Verse 3:
Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.
Apaciguó la tormenta en suave brisa,
y enmudecieron las olas del mar.
Verse 4:
Se alegraron de aquella bonanza,
y él los condujo al ansiado puerto.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.