Décimotercero Domingo de Tiempo Ordinario Año C: Salmo Responsorial

Salmo 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11

Tú eres, Señor, mi lote y mi heredad.

Verse 1:

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
   yo digo al Señor: “Tú eres mi bien”.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
   mi suerte está en tu mano.

Verse 2:

Bendeciré al Señor que me aconseja,
   hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
   con él a mi derecha no vacilaré.

Verse 3:

Por eso se me alegra el corazón,
   se gozan mis entrañas,
   y mi carne descansa serena:
   porque no me entregarás a la muerte,
   ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Verse 4:

Me enseñarás el sendero de la vida,
   me saciarás de gozo en tu presencia,
   de alegría perpetua a tu derecha.