El Decimocuarto Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Evangelio

Marcos 6, 1-6

En aquel tiempo,
Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga,
y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro:
“¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas?
¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros?
¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María,
el hermano de Santiago, José, Judas y Simón?
¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?”
Y estaban desconcertados.

Pero Jesús les dijo:
“Todos honran a un profeta, menos los de su tierra,
sus parientes y los de su casa”.
Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos.
Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente.
Luego se fue a enseñar en los pueblos vecinos.