El Decimosexto Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Segunda Lectura
Efesios 2, 13-18
Hermanos:
Ahora, unidos a Cristo Jesús,
ustedes, que antes estaban lejos,
están cerca, en virtud de la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz;
él hizo de los judíos y de los no judíos un solo pueblo;
él destruyó, en su propio cuerpo, la barrera que los separaba:
el odio;
él abolió la ley, que consistía en mandatos y reglamentos,
para crear en sí mismo, de los dos pueblos, un solo hombre nuevo, estableciendo la paz,
y para reconciliar a ambos, hechos un solo cuerpo, con Dios,
por medio de la cruz,
dando muerte en sí mismo al odio.
Vino para anunciar la buena nueva de la paz,
tanto a ustedes, los que estaban lejos,
como a los que estaban cerca.
Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre,
por la acción de un mismo Espíritu.