El Vigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Primera Lectura

Josué 24, 1-2. 15-17. 18

En aquellos días, Josué convocó en Siquem a todas las tribus de Israel
y reunió a los ancianos, a los jueces,
a los jefes y a los escribas.
Cuando todos estuvieron en presencia del Señor,
Josué le dijo al pueblo:
“Si no les agrada servir al Señor,
digan aquí y ahora a quién quieren servir:
¿a los dioses a los que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Eufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes habitan?
En cuanto a mí toca, mi familia y yo serviremos al Señor”.

El pueblo respondió:
“Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses,
porque el Señor es nuestro Dios;
él fue quien nos sacó de la esclavitud de Egipto,
el que hizo ante nosotros grandes prodigios,
nos protegió por todo el camino que recorrimos
y en los pueblos por donde pasamos.
Así pues, también nosotros serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios”.