El Vigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Salmo Responsorial

Salmo 33, 2-3. 16-17. 18-19. 20-21. 22-23

Gusten y vean qué bueno es el Señor.

Verse 1:

Bendigo al Señor en todo momento,
   su alabanza está siempre en mi boca;
   mi alma se gloría en el Señor:
   que los humildes lo escuchen y se alegren.

Verse 2:

Los ojos del Señor miran a los justos,
   sus oídos escuchan sus gritos;
   pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
   para borrar de la tierra su memoria.

Verse 3:

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
   y lo libra de sus angustias;
   el Señor está cerca de los atribulados,
   salva a los abatidos.

Verse 4:

Aunque el justo sufra muchos males,
   de todos lo libra el Señor;
   él cuida de todos sus huesos,
   y ni uno solo se quebrará.

Verse 5:

La maldad da muerte al malvado,
   y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
   no será castigado quien se acoge a él.