El Vigésimo Sexto Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Salmo Responsorial

Salmo 18, 8. 10. 12-13. 14

Los mandatos del Señor alegran el corazón.

Verse 1:

La ley del Señor es perfecta
   y es descanso del alma;
   el precepto del Señor es fiel
   e instruye al ignorante.

Verse 2:

La voluntad del Señor es pura
   y eternamente estable;
   los mandamientos del Señor son verdaderos
   y enteramente justos.

Verse 3:

Aunque tu siervo vigila
   para guardarlos con cuidado,
   ¿quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta.

Verse 4:

Preserva a tu siervo de la arrogancia,
   para que no me domine:
   así quedaré libre e inocente
   del gran pecado.