Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: Salmo Responsorial
Salmo 94, 1-2. 6-7. 8-9
Ojalá escuchen hoy su voz: No endurezcan el corazón”.
Verse 1:
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos.
Verse 2:
Entren, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Verse 3:
Ojalá escuchen hoy su voz:
No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto,
cuando los padres de ustedes me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.