Vigésimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario: Segunda Lectura

2 Timoteo 3, 14 - 4, 2

Querido hermano:
Permanece firme en lo que has aprendido y se te ha confiado,
pues bien sabes de quiénes lo aprendiste y desde tu infancia estás familiarizado con la Sagrada Escritura, l
a cual puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús,
conduce a la salvación.
Toda la Sagrada Escritura está inspirada por Dios
y es útil para enseñar, para reprender, para corregir
y para educar en la virtud,
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté enteramente preparado para toda obra buena.

En presencia de Dios y de Cristo Jesús,
que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos,
te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino,
que anuncies la palabra;
insiste a tiempo y a destiempo;
convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría.