El Segundo Domingo de Cuaresma, Año B: Segunda Lectura
Romanos 8, 31-34
Hermanos:
Si Dios está a nuestro favor,
¿quién estará en contra nuestra?
El que no nos escatimó a su propio Hijo,
sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo, junto con su Hijo?
¿Quién acusará a los elegidos de Dios?
Si Dios mismo es quien los perdona,
¿quién será el que los condene?
¿Acaso Jesucristo, que murió, resucitó
y está a la derecha de Dios para interceder por nosotros?