El Tercer Domingo de Pascua, Año A: Salmo Responsorial
Salmo 15, 1-11
Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
O bien:
Aleluya.
Verse 1:
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.
Verse 2:
Bendeciré al Señor que me aconseja;
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Verse 3:
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena:
porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Verse 4:
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.