El Quinto Domingo de Cuaresma, Año B: Segunda Lectura
Hebreos 5, 7-9
Hermanos:
Durante su vida mortal,
Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas,
a aquel que podía librarlo de la muerte,
y fue escuchado por su piedad.
A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo,
y llegado a su perfección, s
e convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen.