El Quinto Domingo del Tiempo Ordinario, Año B: Salmo Responsorial
Salmo 146, 1-2. 3-4. 5-6
Alaben al Señor que sana los corazones quebrantados.
O bien:
Aleluya.
Verse 1:
Alaben al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel.
Verse 2:
Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas;
cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
Verse 3:
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.