El Noveno Domingo de Tiempo Ordinario: Antífona de Entrada
Salmo 24, 16, 18
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido. (Salmo 24, 16, 18)
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido. (Salmo 24, 16, 18)